Canelones de carne picada

En primer lugar ponemos a hervir una cacerola ancha con agua y sal. Cuando el agua esté hirviendo, comenzamos a echar las láminas de canelones de una en una, esperando que vuelva a bullir antes de echar la siguiente.

Cocemos a fuego fuerte removiendo de vez en cuando con una cuchara de madera para que los canelones no se peguen al fondo pero con cuidado de no romper las placas. Cuando la pasta está a punto, las vamos sacando con cuidado.

Las ponemos sobre unos paños limpios para que se escurran bien.

Ahora procedemos a hacer el relleno. Para ello ponemos el aceite a calentar y pochamos la cebolla, los ajos y el pimiento verde picaditos a fuego moderado.

A continuación añadimos la carne picada, en este caso de cerdo y salpimentamos al gusto. Removemos muy bien para que la carne se vaya repartiendo.

Cuando la carne está guisada, añadimos el vino y lo dejamos hasta que se evapore el alcohol.

Por último, añadimos 150 mililitros de tomate frito y removemos todo. Rectificamos de sal y apartamos del fuego dejando atemperar el relleno.

Con el resto del tomate lo utilizamos para repartirlo en la base de la fuente donde vamos a cocinar los canelones.

A continuación pasamos a distribuir el relleno sobre las placas de canelones. Si está frío se trabaja mejor para envolverlos.

Enrollamos nuestros canelones y los colocamos sobre la fuente con la junta hacia abajo.

Ahora los cubrimos de de bechamel.

Ya solo nos queda esparcir el queso rallado y meterlo en el horno con calor arriba y abajo 1 180ºC hasta que se gratine el queso. Podemos ponerlo primer a fuego moderado para que se calienten los canelones antes de que se gratine el queso. ¡Los sacamos y ya tenemos listos nuestra ricos canelones!